sábado, 10 de enero de 2009

Iniciando la tercera temporada

Celebré Navidad y Año Nuevo en el mismo pueblo donde acostumbro celebrarlos.

Allí tuve la oportunidad de sentirme como Lord Dross al momento de revisar su correo electrónico, porque mi amigo Ike había conectado su compu a su televisor con pantalla de cristal líquido de 40 pulgadas y utilicé por primera vez un teclado y un mouse inalámbricos.

Todo tranquilo por acá.


La cena navideña estuvo amenizada por un cantante local, acompañado de un tecladista.

¡Vamos, todo el mundo a bailar!



Anticipando que el 2009 va a ser por lo visto un año muy jodido, la cena de Año Nuevo fue bastante sencilla.

Hay que guardar pan para mayo.




Y que mejor forma de iniciar este año, que yendo al dentista para que me extraigan otra maldita muela del juicio que ha crecido chueca y al empujar los demás dientes me hizo saltar una corona metálica.

Prueba Número 1.

|No han caído bombas