martes, 31 de enero de 2012

Messerschmitt Me 109 G-10, escala 1/48

El lunes terminé de armar uno de los aviones que traje conmigo desde el otro lado del charco.

Esta vez fue un Messerschmitt Me 109 G-10, la penúltima versión del caza estándar de la Luftwaffe.

La caja del modelo a escala.


Este modelo de Revell (Alemania) fue bastante sencillo de armar, aunque tuvo algunos problemas que los resolví fácilmente. Además, tuve que emplear una técnica distinta de armado a la que usualmente empleo.

Como no encontraba un pegamento que pegue temporalmente las dos mitades del fuselaje para poder pintarlas con aerógrafo y después despegarlas para montar definitavmente el interior de la cabina, tuve que armar el fuselaje con pegamento para modelos a escala y proteger con una cubierta de masking tape el interior de la cabina.

Allí se observó el primer problema.
Este era un espacio algo grande que quedaba en el radiador al pegar ambas mitades del fuselaje. También quedaron algunos pequeños espacios, los cuales rellené con masilla al igual que el primero.

Una vez que la masilla estuvo seca, procedí a pintar con aerógrafo el fuselaje. Entonces ocurrió otro problema, pero esta vez fue la pintura amarilla que usé mezclada con gris claro para pintar el morro del avión.
Después de mezclar ambas pinturas en el frasco del aerógrafo, eché thinner acrilico encima de la mezcla para diluirla y que pase por la boquilla. Inmediatamente, los pigmentos y el aceite se mezclaron en una masa espesa y el thinner quedó flotando sobre esta.

Tras algunos intentos de recuperar la fallida pintura, pude obtener una "pintura superdiluida" con la cual pinté el morro del Me 109. Pero al estar tan diluida tuve que pasarle varias manos con el aerógrafo y se acumuló demasiada.
Así que cuando se secó, la lijé con una lija al agua y quedó como si el avión hubiese sido repintado en varias ocasiones.

Luego pinté la parte inferior del ala y de los planos de cola, así como las tapas del tren de aterrizaje, los lados y la parte inferior del fuselaje. Después pinté el color base del camuflaje en las mitades superiores del ala, los planos de cola y en la parte superior del fuselaje.
Cuando el color base del camuflaje estuvo seco, procedí a pintar las manchas en las respectivas piezas.

Después de secarse, pegué los planos de cola y las mitades superiores del ala sobre su parte inferior. Una vez que estuvieron pegados, procedí a pegar el ala al fuselaje.

Cuando el fuselaje y el ala estuvieron pegados, continué con el tren de aterrizaje. Pegué los puntales a las tapas y las ruedas en sus respectivos ejes. Cuando estuvieron pegados, pegué los puntales en sus respectivos agujeros.

Una vez que el tren de aterrizaje estuvo pegado, procedí a armar la carlinga y el parabrisas. Pero cuando los posicioné sobre el fuselaje para ver como iban, noté que entre ambos había un espacio demasiado grande.

Este fue el segundo problema.
Para resolverlo, corté con el cortacables una etiqueta con el número de serie de la matriz que venía unida al marco donde vienen las piezas. Después con la cuchilla y una regla de metal corté unas delgadas tiras de plástico y las fui limando para que puedan pegarse entre la carlinga y el parabrisas.
Con ellas armé un soporte y lo pegué en la carliga, llenando así el espacio entre esta y el parabrisas. Finalmente los pegué en sus respectivos lugares, luego limé un poco el marco para que no se note tanto y lo retoqué con un pincel 000.

A continuación procedí a pegarle las calcomanias al avión.
Algunas se rompieron mientras las pegaba, pero las logré reparar mientras aún estaban húmedas. Pegué al revés dos de ellas en la parte inferior del ala, pero encontré de casualidad en internet la foto de un Me 109 F y se veían las calcomanias en posición correcta. Así que las humedecí con el pincel 000 y cuando se despegaron, las ubiqué correctamente.
Las esvásticas de la cola son del Me 163 Komet escala 1/48 de Testors, estaban guardadas en mi caja de piezas sobrantes y decidí usarlas.

Las últimas piezas que pegué fueron el tubo pitot, los contrapesos de los alerones y las antenas de radio.

Como las pinturas empleadas para el camuflaje, la parte inferior del ala, la parte inferior del fuselaje y sus lados son semibrillantes, decidí opacarlas con laca opacadora porque no me gusta este tipo de acabado.
Protegí la carlinga y el parabrisas con masking tape, diluí en el frasco del aerógrafo la laca y la apliqué en todas las superficies del avión.
Así el Me 109 quedó con el acabado que a mi me gusta, además de proteger las calcomanias.

Y aquí está el avión armado.






domingo, 15 de enero de 2012

Vaya sorpresa de cumpleaños

Según esta noticia, la sonda Fobos-Grunt caerá en algún lugar de la Patagonia luego de haberse quedado orbitando la tierra tras su fallido lanzamiento.

Modelo de la sonda Fobos -Grunt.


Una lástima que no podré estar en la zona, para ver como cae y se desintegra durante su reentrada a la atmósfera.

sábado, 14 de enero de 2012

Iniciando la sexta temporada

Esta temporada va a ser una bastante especial, porque según algunos agoreros este año se acaba el mundo (¡y dale con lo mismo!).

Esos agoreros se basan en el hecho que la última fecha del calendario maya es el 21 de diciembre del 2012. Pero en realidad la explicación es mucho más prosaica.

¡Se les acabó el espacio en la piedra!


Pero ya quedó demostrado el año pasado (y dos veces), que no va a pasar nada.

Así que le cedo el honor al muchacho de la bicicleta de responder la siguiente pregunta:

¿Se acaba el mundo el 21 de diciembre del 2012?