martes, 23 de septiembre de 2008

Mucho ruido y pocas nueces

Este viejo dicho describe perfectamente todo el revuelo que armó el LHC (Large Hadron Collider, Gran Colisionador de Hadrones) situado en la frontera franco-suiza.



Este mastodóntico armatoste que costó la nada despreciable suma de 6,4 billones de euros fue puesto en funcion el 10 de setiembre del presente año. Y no faltaron los alarmistas que anunciaron un inminente Apocalipsis, debido a la creación de un agujero negro que engulliría el planeta entero.

Una que se creyó el cuento de los alarmistas.


Pero como ya es habitual, no ocurrió absolutamente NADA.



Y para rematarla, el armatoste ha tenido que ser detenido debido a un sobrecalentamiento en uno de sus electroimanes tras apenas dos semanas de uso.
Esto lo dejará detenido por dos meses.

En lugar de gastar semejante suma de dinero en investigaciones que tienden más hacia lo teórico, mejor se hubiesen dedicado a buscar una cura para el HIV/Sida o el cáncer.