Humor desde la primera línea

¿Quién se anima a tomarse una foto con la Polaroid M2 Browning?

El dios Eolo

Tras muchos milenios de vagar por el mundo, el dios Eolo decidió radicarse en México.

Como lo demuestra este video:


Primera aparición del dios Eolo.


Y no faltaron los homenajes al dios Eolo:

Max Payne: la película

Hoy fue el estreno de Max Payne en mi ciudad y decidí ir a ver la película.



Por desgracia, la película empezó con retraso.
No sé si fue a causa que recién empezaron a montarla en la cabina de proyección, le estaban poniendo los subtítulos o se murió el hámster que hace girar los rollos de película.

Afortunadamente, el proyeccionista apareció tras 20 minutos de espera y pidió disculpas por la tardanza.
Al poco tiempo, se apagaron las luces y empezó a rodar la película.

La acción y los efectos especiales de esta si que eran excelentes.
Las balas que volaban en cámara lenta y las acrobacias de Max Payne para esquivarlas ya son clásicas. Pero los efectos especiales más logrados eran las alucinaciones producidas por la droga sintética Valkyr (los ángeles negros).



Lo único que no me gustó de esta película es que el guión se desvió demasiado de la trama del juego original, en donde al final Max Payne liquida a la gerente de la empresa farmacéutica Aesir.

Si no han visto la película, les recomiendo que jueguen el juego con el mismo nombre en el cual se basó la película. Tiene mejor trama.

Puntaje: 7/10

Este blog ya tiene mascota

Y aquí tenemos a la mascota oficial de mi infame blog:

Les presento a Franz Fuchs.



Seguramente se preguntaran como este peluche llegó a ser la mascota de mi blog.
Pues es una historia bastante interesante.

Resulta que un día me puse a hacer limpieza general en mi apartamento. Y revisando entre unos papeles que estaban dentro de una caja de cartón sin tapa en un cuarto de mi apartamento, encuentro al peluche dentro de una bolsa transparente.

Lo primero que pensé fue que se lo olvidó un amigo mío al que le alquilaba ese cuarto. Así que lo llamé y le pregunté sobre el peluche en cuestión.
Él me dijo que podría quedármelo y así llego a mis manos.

Pero para poder ser mascota de mi blog, tuve que cambiarle las ropas por unas mas apropiadas y arreglarle sus lentes.

"Antes"


Y así es como Franz Fuchs llegó a ser la mascota de mi blog.