viernes, 6 de agosto de 2010

El bombardeo atómico de Hiroshima

El 6 de agosto de 1945 tuvo lugar el primer ataque atómico de la historia, cuando un bombardero cuatrimotor Boeing B-29 de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos lanzó sobre la ciudad de Hiroshima una bomba atómica con una potencia de 13 kilotones.

Ya desde la década de 1930, se había investigado sobre el empleo del uranio como una nueva fuente de energía. Incluso Albert Einstein le envió una carta al presidente Franklin Delano Roosevelt el 2 de agosto de 1939, en la cual le planteaba de forma indirecta la posibilidad de un arma atómica


2 de Agosto de 1939

Franklin D. Roosevelt
Presidente de los Estados Unidos
White House
Washington, D.C.

Señor:

Algunos recientes trabajos de Enrico Fermi y L. Szilard, los cuales me han sido comunicados en manuscritos, me llevan a esperar, que en el futuro inmediato, el elemento uranio puede ser convertido en una nueva e importante fuente de energía. Algunos aspectos de la situación que se ha producido parece requerir mucha atención, y si fuera necesario, inmediata acción de parte de la Administración. Por ello creo que es mi deber llevar a su atención los siguientes hechos y recomendaciones:

En el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho probable -a través del trabajo de Loiot en Francia así como de Fermi y Szilard en los Estados Unidos- el inicio de una reacción nuclear en cadena en una gran masa de uranio, por medio de la cual se generaría enormes cantidades de potencia y grandes cantidades de nuevos elementos parecidos al uranio. Ahora parece casi seguro que esto podría ser logrado en el futuro inmediato.

Este nuevo fenómeno podría ser llevado a la construcción de bombas, y es concebible -pienso que inevitable- que puedan ser construidas bombas de un nuevo tipo extremadamente poderosas. Una sola bomba de ese tipo, llevada por un barco y explotada en un puerto, podría muy bien destruir el puerto por completo, así como el territorio que lo rodea. Sin embargo tales bombas podrían ser demasiado pesadas para ser transportadas por aire.

Los Estados Unidos tiene muy pocas minas con vetas de uranio de poco valor, en cantidades moderadas. Hay muy buenas vetas en Canadá y Checoslovaquia, mientras que la fuente más importante de uranio está en el Congo Belga.

En vista de esta situación usted podría considerar que es deseable tener algún tipo de contacto permanente entre la Administración y el grupo de físicos que están trabajando en reacciones en cadena en los Estados Unidos. Una forma posible de lograrlo podría ser comprometer en esta función a una persona de su entera confianza quien tal vez podría servir de manera extraoficial. Sus funciones serían las siguientes:

a) Estar en contacto con el Departamento de Gobierno, manteniéndolos informados de los próximos desarrollos, y hacer recomendaciones para las acciones de Gobierno, poniendo particular atención en los problemas de asegurar el suministro de mineral de uranio para los Estados Unidos.

b) Acelerar el trabajo experimental, que en estos momentos se efectúa con presupuestos limitados de los laboratorios de las universidades, con el suministro de fondos. Si esos fondos fueran necesarios con contactos con personas privadas que estuvieran dispuestas a hacer contribuciones para esta causa, y tal vez obteniendo cooperación de laboratorios industriales que tuvieran el equipo necesario.

Tengo entendido que Alemania actualmente ha detenido la venta de uranio de las minas de Checoslovaquia, las cuales han sido tomadas. Puede pensarse que Alemania ha hecho muchas acciones, porque el hijo del Sub-Secretario de Estado Alemán, von Weizacker, está asignado al Instituto Kaiser Guillermo de Berlín donde algunos de los trabajos americanos están siendo duplicados.

Su Seguro Servidor,
Albert Einstein

Pero al poco tiempo estalla la Segunda Guerra Mundial. Tras una rápida serie de victorias y avances del Imperio del Japón y la Alemania Nazi en las primeras etapas del conflicto, la situación se revierte y se reanuda el avance de los Aliados tras las batallas de Stalingrado y Midway.

El Desembraco de Normandía en el oeste y el avance del Ejército Rojo desde el este, cercaron a la Alemania Nazi y sellaron su suerte. El 7 de mayo de 1945, se rindió incondicionalmente. La guerra había terminado en Europa.

Sin embargo, en el Frente del Pacífico las tropas japonesas se batían en retirada y ofrecían una resistencia encarnizada ante el avance estadounidense. Esto quedó reflejado en el empleo de armas suicidas, como los pilotos kamikaze que estrellaban sus aviones contra los buques de guerra estadounidenses. Las pruebas más saltantes de la decisión japonesa de luchar hasta el último hombre, se observaron en las batallas de Iwo Jima y Okinawa.

Pero mientras la guerra seguía su curso, en los Estados Unidos se había estado llevando a cabo un programa secreto para desarrollar de armas atómicas. Este programa se llamaba Proyecto Manhattan.
El 16 de julio de 1945, se llevó a cabo en el desierto de Nuevo México la prueba de la primera bomba atómica. Esta prueba llevó el nombre clave de Trinity.

Fotografía de la prueba Trinity.



Tras una amplia campaña de bombardeo aéreo contra las ciudades y las industrias japonesas, llevada a cabo desde China y las islas del Pacífico cercanas al archipiélago japonés, el gobierno del Japón ignoró el ultimátum emitido el 26 de julio de 1945 durante la Conferencia de Potsdam por Harry S. Truman, Winston Churchill y Chang Kai-shek.

Este fue uno de los motivos por los cuales el presidente Truman autorizó el empleo de las bombas atómicas contra Japón. Los otros motivos fueron el poner fin a la guerra de forma rápida y contundente, así como demostrar el poderío militar estadounidense ante la Unión Soviética. La Guerra Fría ya estaba comenzando.

El principal objetivo del bombardeo atómico era el de convencer al Imperio del Japón para que se rinda. Por lo cual, se escogieron como blancos grandes ciudades que no habían sido muy dañadas por los bombardeos convencionales. Una de estas ciudades era Hiroshima, que a su vez también albergaba arsenales del Ejército Imperial Japonés y era un puerto de embarque para el envío de tropas.

El 6 de agosto de 1945, desde un aeródromo situado en la isla de Tinian despegó el bombardero cuatrimotor B-29 bautizado “Enola Gay” (en honor a la madre del piloto, el Coronel Paul Tibbets). A bordo de este iba la bomba atómica “Little Boy” (muchachito), que fue armada 30 minutos antes de alcanzar el objetivo para evitar accidentes durante el despegue. El bombardero que llevaba la bomba atómica fue acompañado por otros dos bombarderos B-29. Uno de estos era el The Great Artiste, el cual llevaba los instrumentos de medición, mientras que el otro era el Necessary Evil, que se encargaría de fotografiar el bombardeo.

La tripulación del B-29 Enola Gay.


Luego de despegar de Tinian, los tres bombarderos siguieron rutas separadas hasta sobrevolar Iwo Jima, donde se reunieron a una altitud de 2440 metros y enrumbaron hacia Japón. Una hora antes del ataque, el radar de alerta temprana detectó la presencia de los bombarderos y se emitió una alerta de bombardeo. Hacia las 8:00 am (hora local), el operador de radar de Hiroshima determinó que solo eran tres aviones y se canceló la alerta. Esto se debió al hecho que el embargo de materias primas y el bloqueo naval estadounidense forzaba a los japoneses a no atacar formaciones pequeñas de bombarderos para conservar los pocos cazas y el poco combustible que tenían.

La bomba fue lanzada a las 8:15 am (hora local), detonando tras una caída de 55 segundos a una altura de 580 metros sobre la ciudad. Debido a los vientos laterales, la bomba falló en detonar sobre el Puente Aioi por unos 240 metros y detonó sobre la Clínica Quirúrgica Shima. La potencia de la explosión fue de 13 kilotones de TNT y produjo un radio de destrucción total de 1,6 km, provocando incendios en un área de 11,4 km². Debido al hecho que la mayoría de las viviendas de Hiroshima eran de madera, esto provocó una rápida expansión del fuego. Entre los edificios de concreto armado que sobrevivieron a la explosión figura el Monumento a la Paz, situado a solamente 150 metros del epicentro de la explosión. Ya que este edificio fue sólidamente construido para resistir los frecuentes sismos y terremotos, la detonación de la bomba atómica tuvo lugar en el aire y toda su potencia se dirigió hacia abajo y menos a los lados, por lo que ha sobrevivido a pesar de la corta distancia del epicentro.

Nube en forma de hongo sobre Hiroshima.



Al momento de la explosión murieron instantáneamente unas 70000-80000 personas, mientas que otras 70000 resultaron heridas. Hacia finales de 1945, habían muerto unas 140000 personas debido a los efectos de la radiación y la falta de atención médica.

Una persona con quemaduras graves.

|No han caído bombas