viernes, 24 de junio de 2011

Ya crucé el charco

Después de un viaje lleno de imprevistos, logré cruzar el charco y todavía estoy instalándome en mi nueva base.

Entre las escalas que hice durante el viaje de regreso, estuvieron Andorra y España.
En la primera conseguí una pistola airsoft Walther P38 blowback (usa gas para disparar).

Reloj de Dalí en Andorra la Vella.


Los Pirineos.


Walther P38 airsoft.



La segunda escala fue Barcelona, aunque me hospedé en Castelldefels porque estaba más cerca al aeropuerto. Y para ir hasta Barcelona, solamente tenía que tomar un autobús a una cuadra del hotel y que me dejaba en la Plaza de Cataluña.

El Mediterráneo en Castelldefels.


Protestatarios en la Plaza de Cataluña.


Allí presencié a los protestatarios que estaban allí desde el 15 de mayo. También visité La Sagrada Familia y el Parque Güell. En una tienda de modelos a escala, conseguí un avión escala 1/72 que hace mucho lo estaba buscando. Ya subiré fotos de este cuando lo haya terminado de armar.

La Sagrada Familia.


Detalle de la portada.


En una churrería cerca de La Sagrada familia.


Entrada al Parque Güell.


Casa-museo de Antoni Gaudí.


El Dragón.


También visité el Castillo de Montjuic y tomé fotos a los cañones que todavía están emplazados allí. En la tienda de recuerdos del castillo, me compré una réplica de la insignia que usaban los pilotos de caza republicanos durante la Guerra Civil Española.

Barcelona desde el funicular.


Castillo de Montjuic.


Uno de los tres morteros de 305 mm.


Placa del afuste de un mortero de 305 mm.


Cañón Vickers de 152,4 mm.


Réplica de la insignia de los pilotos de caza de la Fuerza Aérea Republicana.


Bajando en el funicular.


Puerta del Estadio Olímpico.


Soporte de la Llama Olímpica.


Después visité el Pueblo español de Barcelona.

Entrada al Pueblo español de Barcelona.


Casa con escudo de armas.


Detalle del escudo de armas.


Una calle de Cádiz.


Un gato que vive en el Pueblo español de Barcelona.


La Casa Milá.


La Casa Batlló.



Pero el cruce del charco fue la parte más aventurosa de todo el viaje.
Resulta que hubo un problema con el pasaje que había comprado y tuve que tomar otro avión. Este hacía escala en Madrid y allí tuve que correr un buen rato por los pasillos del aeropuerto para llegar a tiempo a la puerta B24, de donde salía el avión que me llevaría hasta aquí.

Tras varias horas de vuelo, en las cuales dormí un poco, el avión aterrizó sin novedad el 22 de mayo del 2011.